Ah, el botellón de barro, ¡un invento tan humilde como ingenioso!
Hermosa piezade artesanía conocida con diferentes nombres según la región en la que te encuentres, botellón, jarra, pichel, botijo, etc. La clave de su “frescor” reside en un proceso físico muy sencillo pero efectivo: la evaporación.
Aquí te lo explico:
* Porosidad del barro: El jarrón está hecho de barro cocido, un material poroso.
Estas pequeñas aberturas permiten que una pequeña cantidad de agua se filtre lentamente a través de las paredes exteriores del botijo. Por eso se pone una tapa en el jarrón, como el “vaso o taza” que en ocasiones tienen para usarse como “tapa”, que, además de evitar la entrada de polvo e insectos al jarrón, evita intercambio térmico por la “boca” del jarro, y este solamente se puede llevar a
cabo a través de las paredes.
* Evaporación en la superficie: Una vez que el agua llega a la superficie exterior, a l ambiente, entra en contacto con el aire circundante. Si el aire está seco y la temperatura es relativamente alta (condiciones típicas donde se usa un jarrón de
este tipo), esa agua se evaporará.
* Pérdida de energía (calor): Para evaporarse, el agua necesita energía para romper los enlaces entre sus moléculas “líquidas” y pasar entonces al estado gaseoso. Esta energía la toma del interior del propio jarro, más bien, del agua que contiene en su interior. Es como si las moléculas de agua que se van, le “robaran” su calor al resto.
* Enfriamiento del agua restante: Al perder energía en forma de calor, la temperatura del interior del jarrón, y por lo tanto, del agua que queda adentro, disminuye. Este proceso continúa mientras haya agua en el jarro y las condiciones
ambientales permitan la evaporación.
En esencia, el jarrón utiliza el principio de la evaporación en un proceso endotérmico, es decir, que absorbe calor del entorno. Al evaporarse el agua a través de sus poros, enfría el resto del agua contenida en su interior.
Es una forma natural y muy eficaz de mantener el agua fresca, ¡sin usar electricidad! ¿No te parece fascinante? Nuestros antepasados lo sabían, y lo hicieron… y aunque quizás no conocieran los principios científicos de latermodinámica, los aprovecharon.
Ciencia y Cultura, hasta la sepultura.
Soy Victor M García de la Hoz. Hasta la próxima.

Add Comment