- Se cree que la mujer fue contemporánea de Ötzi, más conocido como “El Hombre de Hielo” que fue descubierto en un glaciar en los Alpes en 1991
Un gran hallazgo arqueológico se realizó en Alemania, donde se encontraron los restos de una mujer de más de cinco mil años de antigüedad.
La osamenta fue descubierta por casualidad en mayo durante los trabajos en Bietikow, en la región de Brandeburgo, que rodea Berlín: la “Dama de Bietikow” vivió muy probablemente entre el 3400 y 3300 a.C.
Esta mujer, que sin duda murió cuando tenía unos 40 años, habría sido contemporánea de Ötzi, el “hombre de hielo” cuyos restos momificados fueron descubiertos en 1991 en un glaciar alpino, en la frontera entre Italia y Austria.
“Por lo tanto, se puede comparar a Ötzi y la dama de Bietikow en términos de edad. Pero el descubrimiento del hombre de Tisenjoch, es decir, Ötzi, fue mucho más espectacular en términos de estado de conservación”, explicó el arqueólogo Philipp Roskoschinsky. “Era una momia natural. Esto significa que no sólo los huesos se habían conservado, sino también todo tipo de materia orgánica, piel, órganos, etc.”, agregó.
En Brandeburgo, no lejos de la frontera con Polonia, sólo se descubrieron por casualidad osamentas con restos de ropa durante trabajos de excavación para la construcción de turbinas eólicas.
Estos restos, sin embargo, muestran que esta mujer fue enterrada durante el periodo neolítico, hace más de cinco mil años, en posición de cuclillas, una de las formas más antiguas de entierro de los muertos.
“Los pocos huesos de ‘Lady of Bietikow’ (la Dama de Bietikow) ya son informativos. En aquella época, los cereales se introdujeron en la alimentación diaria y en el comercio”, relata Roskoschinsky. “En comparación con los animales, los cereales pueden ser mejor almacenados y usados más fácilmente como medio de pago. Sin embargo, esto ha provocado a menudo un deterioro del estado de salud de la población”, añadió.
“Algunos dientes están bastante desgastados, se puede ver”, abunda Bettina Jungklaus, también arqueóloga, detallando la mandíbula del esqueleto. “Normalmente hay esmalte en la superficie de los dientes. Aquí, sin embargo, está muy desgastado, roído (…) El esmalte está completamente ausente y esto nos permite sacar conclusiones sobre la nutrición: era sin duda muy rica en fibra, muy dura”, según el arqueólogo.
Exámenes adicionales intentarán ahora determinar si la mujer es efectivamente originaria de esta región o si emigró.
Ötzi, el “hombre de hielo” más o menos contemporáneo de la “dama de Bietikow”, vestía con una capucha de pelo de oso y polainas de cuero de cabra. Mientras que su cuerpo estaba cubierto con 57 tatuajes, una de las huellas más antiguas de esta práctica.
Los restos de Ötzi, conservados en el museo de Bolzano, en el norte de Italia, atraen cerca de 260.000 visitantes al año.
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