Comerciantes en triciclos y organizaciones civiles se manifestaron para exigir a las autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo que no les quiten su principal fuente de ingresos y no los retiren de la vía pública.
Poco más de 50 personas se congregaron en las inmediaciones del museo Sumaya, para salir en una rodeada hasta la glorieta de Masaryk.
Esta manifestación fue acompañada por la organización civil Wiego, quienes impulsaron a los comerciantes para salir a exigir su espacio en la zona de Polanco.
En medio de la rodada, comensales que estaban en restaurantes sobre la calle de Masaryk se sorprendieron al ver a las personas, quienes en bicicletas o triciclos gritaban: “no más clasicismo, queremos tamalitos”.
En la glorieta de Masaryk cerraron la vialidad para continuar con su manifestación.
En Polanco, los comerciantes en triciclos desconocen el acuerdo firmado por las autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo y organizaciones civiles, con el que buscan ordenar la venta en vía pública. Algunos comentaron que las autoridades no les consultaron y no saben de qué trata.
Para aquellos trabajadores de triciclos que laboran para un tercero, sus “patrones” tampoco les avisaron sobre nuevas reglas, simplemente salieron desde temprano, como todos los días, a vender café, pan y tortas.
El jueves, la alcaldía anunció que había firmado un acuerdo con vecinos de las 89 colonias para ordenar el trabajo de las personas que venden alimentos en triciclos, y que aquellos interesados deberán respetar los lineamientos del convenio.
Los comerciantes estaban alertas a que no les levantaran sus puestos y juntar el pago semanal para las autoridades.
Cuando están por retirarse, los comerciantes cuentan las ganancias, y como es cierre de semana, separan los 400 pesos que deben pagar para continuar trabajando.
Una vendedora, quien prefirió el anonimato, dijo que ganó mil pesos, de los cuales sólo le quedaban 600 por el pago que debía hacer, sin importar que tuviera una credencial expedida por la alcaldía que le permite el trabajo en la vía pública.
Rodrigo, quien coloca su triciclo sobre la avenida Horacio, narró que para que los dejaran vender les dijeron que tenían que “entrarle con un líder”, quien les dio una playera con los logos de la alcaldía y una credencial para laborar 3 meses.

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