Ciudad de México. Pasan inadvertidos entre los corredores que diariamente acuden a la pista de atletismo «El Sope», en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
Con tenis y ropa deportiva fingen ser corredores, pero en realidad se dedican a robar carros en la zona de las Lomas de Chapultepec.
Cada vez son más frecuentes los «cristalazos». Operan de la siguiente manera:
Primero ubican el auto que robarán, se estacionan cerca y comienza su operación lo mismo a plena luz del día que por la noche.
Hombres con ropa deportiva y con guantes en las manos para no lastimarse rompen vidrios y se introducen a los automóviles. En cuestión de segundos sale por la misma ventanilla con el botín.
Momentos más tarde aborda su auto estacionado delante de la unidad que acaba de robar.
El auto con placas del Estado de México, com placas MSS – 41 – 94 está a nombre de Mario Alberto Corona Vivar, con domicilio en Campanario 44, fraccionamiento Villas de la Hacienda, en Atizapán de Zaragoza.
De acuerdo con los corredores, los asaltos no sólo son en la vía pública, sino también en los estacionamientos.
Pagan tarifas de hasta 40 pesos por hora para dejar sus autos y adentro sus pertenencias, con el objetivo de ejercitarse sin estorbos.
Sin embargo, los estacionamientos no se hacen responsables de robos de objetos en el interior de sus instalaciones.
Según cifras de la dirección de política y estadística criminal de la Procuraduría de Justicia capitalina, las denuncias por los llamados «cristalazos», como los que cometen estos sujetos en pantalla, pasaron de 191 a 295 tan solo en dos meses.

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