Ciudad de México. El aspirante priista al gobierno capitalino, Mikel Arriola, consideró que la Línea 7 del Metrobús resultó fallida, cara, poco eficiente, no ofrece ningún beneficio social y sólo benefició a intereses empresariales.
Aseguró que si prevalecen las anomalías cancelará ese negocio, ordenará el transporte de microbuses, acortará los tiempos de traslado, terminará a la brevedad los pendientes de las obras y disminuirá los costos del transporte, con una eficiente y renovada planeación.
Luego de efectuar un recorrido entre las estaciones del Museo de Antropología al Campo Marte, el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló que pese a que el proyecto tendría como fin permitir al Metrobús circular por un carril confinado, hoy tiene que compartir espacio con microbuses y camiones de la Red de Transporte de Pasajeros.
Según el priista, en lugar de mejorar los tiempos y apoyar la economía de los ciudadanos, ha ocasionado mayor tráfico vehicular, más congestionamiento y contaminación.
Los tiempos de traslado, apuntó, se incrementaron porque la nueva Línea 7 es lenta, pues en el tramo que va del Monumento a la Madre hacia la Fuente de Petróleos, la velocidad promedio del Metrobús en hora pico es de 12 kilómetros por hora y el jefe de gobierno capitalino comprometió que sería de 25 kilómetros por hora.
Los automóviles en contraste alcanzan apenas 8.6 kilómetros por hora, por lo tanto no se cumplen los objetivos principales de ese proyecto: mejorar la movilidad y reducir los tiempos de traslado en 40 por ciento.
Cuestionó que ahora el mismo viajero que va de La Villa a Santa Fe, antes hacia un tiempo promedio de 45 minutos, ahora hace una hora 10 minutos; antes pagaba cinco pesos, ahora tiene que bajarse en la estación de Campo Marte y pagar otro transporte para llegar a Santa Fe, teniendo que pagar 11 pesos de pasaje.
Sostuvo que tiene que revisarse y transparentarse el financiamiento de la Línea 7, qué pasó de mil 500 millones de pesos en 2015, a dos mil 800 millones en 2018. Al respecto, dijo que no hay información sobre si esa fue la única ampliación de recursos para el proyecto Metrobús Reforma o Línea 7, pues no hay transparencia.
Cuestionó que en algunos tramos desapareciera el espacio confinado para bicicletas o se dejara un pequeño espacio que pone en riesgo la vida de los ciclistas.
Otra anomalía, continuó, es que este proyecto de movilidad resultó un negocio publicitario, pues se explota el mobiliario de los parabuses para mostrar 898 anuncios, en una ruta que anteriormente tenía solamente 110 espacios destinados a ese fin.
Se trata de un incremento de 716 por ciento. Además, se permitió la instalación de anuncios publicitarios a pesar de las opiniones en contra de los vecinos y del valor estético e histórico del Paseo de la Reforma.
En el tramo de Lieja hasta Periférico, el Metrobús tiene que compartir espacio con microbuses y con el Turibús, lo que reduce sustancialmente el espacio para las bicicletas y los automóviles, además de retrasar y generar mayor tránsito vehicular, señaló Arriola Peñalosa.
De acuerdo con el Programa de Movilidad presentado por el jefe de gobierno al inicio de su administración, una de las metas era reemplazar los microbuses por nuevos modelos de servicio, lo cual, según Mikel Arriola, no se ha logrado en este proyecto, pues se sigue conviviendo con vehículos obsoletos y peligrosos.
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