Ciudad de México. La construcción del aparato policiaco en México se devela en “El caso Villavicencio. Violencia y poder en el porfiriato”, libro de Jacinto Barrera Bassols que será presentado en la 38 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
La publicación editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), será presentada mañana en el Salón El Caballito como parte de sus actividades editoriales en la Feria, informó el Instituto en un comunicado.
Antonio Villavicencio, protagonista del libro, fue un personaje clave en el porfiriato. Aunque su sueño era ser cantante de opereta, lo abandonó por un puesto en la policía capitalina, donde se convirtió en un brazo ejecutor de la violencia política.
El título, el cual se basa en la tesis que Jacinto Barrera Bassols, investigador del INAH, presentó para obtener el doctorado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), reconstruye la trayectoria de Villavicencio.
Además, da cuenta de la violencia ejercida por el Poder Ejecutivo de la época, a través del uso discrecional de los aparatos policiacos, de la que Villavicencio fue “el más conspicuo de los esbirros de un régimen cuya política era la que construía y, al mismo tiempo, resolvía los crímenes.”
A partir de estar involucrado en el supuesto atentado contra Porfirio Díaz, el 16 de septiembre de 1987, Villavicencio, quien tenía una aguda inteligencia para percibir debilidades humanas y también una ambición desmedida, se volvió uno de los más grandes colaboradores de los planes del porfirismo.
El primer caso de Villavicencio, nacido en Veracruz en 1861, ocurrió cuando actuó como “soplón” en su trabajo como torcedor de tabaco, donde entregó a quien robaba este producto para venderlo.
Se mudó a la Ciudad de México en 1892 para integrarse en los coros de la compañía zarzuela del cantante Enrique Labrada; al no tener éxito, empezó a involucrarse en asuntos policiacos gracias a su contacto con salones de baile y burdeles como “El Tívoli”, donde acostumbraban acudir los gendarmes.
Villavicencio ayudó a resolver dos casos de la época: el robo de joyas a una familia oligarca y el asesinato de una mujer en un hotel, lo cual le permitió ingresar a las fuerzas del orden como secretario de la segunda demarcación de policía, a principios de 1894.
A partir de entonces, se ubicó a este personaje en sucesos trascendentales como el envío forzado de delincuentes y esclavos para trabajar en Oaxaca, el robo al Banco Minero en Chihuahua y la Invasión Norteamericana al puerto de Veracruz en 1914.
“Para él, la única ideología que tenía era el dinero y el poder, por eso resultaba funcional a un Estado con las características del mexicano”, afirmó el historiador.
La investigación que Barrera Bassols realizó sobre Villavicencio le permitió descubrir las redes de poder y su construcción en la época porfirista, seguir la pista de sus actividades lo llevó a conocer las operaciones conspiradoras que ejecutaba la policía para preservar la “paz porfiriana”.
En la presentación del libro se contará con la participación de Juan Manuel Aurrecoechea, Gabriela Pulido y el autor.

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