Ciudad de México. La Secretaría del Medio Ambiente capitalina (Sedema), a través del Museo de Historia Natural, informó que continúan los trabajos de restauración de la Fuente de Tláloc, que fue dañada tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
La dependencia capitalina señaló que aunque la estructura no había tenido afectaciones relevantes por los constantes movimientos naturales y los recurrentes sismos, luego de los temblores del año pasado se detectaron fisuras que hicieron necesaria su atención inmediata.
La Sedema, con el visto bueno del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) realizó un estudio de mecánica de suelos con geo-radar, cuyos resultados se analizan para determinar las medidas conducentes que refuercen este patrimonio artístico.
En la actualidad se realizan dos tipos de trabajos en la fuente; uno es el sellado de las fisuras con un material a base de cal hidráulica y componente adhesivo, y el otro es la restauración de la escultura de Tláloc, requerida por el desgaste natural de la obra a la intemperie. Se prevé que a finales de noviembre de este año el proceso de restauración finalice.
Dicha fuente es parte del Cárcamo de Dolores, que es una obra hidráulica, diseñada por Eduardo Molina, donde desemboca el sistema de agua Lerma-Cutzamala. Tiene cuatro tanques de almacenamiento con una capacidad de 50 millones de litros cada uno, los cuales proveen a la Ciudad de México.
Se ubica en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec y es administrado por el Museo de Historia Natural.
La fuente muestra al dios Tláloc, bicéfalo, recostado sobre un gran charco de agua; una de sus cabezas mira al cielo, mientras que la otra observa el interior del Cárcamo con la boca abierta. En su mano izquierda siembra granos de maíz y con la derecha ofrece dos mazorcas que toma de una milpa sobre la que llueve.
Su cuerpo está diseñado para apreciarse desde el cielo, en el fondo emerge una serpiente emplumada entre símbolos acuáticos como peces, caracoles, manantiales, ríos, además de una víbora de cascabel y una araña. La Fuente conjuga el pasado precolombino con el paisaje de la Ciudad de México,
Desde 2007, el recinto quedó bajo el resguardo de la Secretaría del Medio Ambiente como una sala externa del Museo de Historia Natural, y en 2010 se reinauguró, luego de un proceso de restauración y reacondicionamiento de la fuente, el mural y los tanques de almacenamiento.
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