Juguemos a las suposiciones por un momento e imaginemos que somos ejecutivos de Warner Bros. Vivimos muy bien en alguna mansión en Los Ángeles, tenemos 6 autos último modelo, vestimos lo más “chic” de la temporada y nuestro único trabajo es tomar decisiones inteligentes con respecto a la nueva franquicia de la compañía. O sea, las adaptaciones de DC Comics al cine.
Un trabajo nada sencillo, pues además de darle gusto a los fans y a quienes gustan del cine en general, también tenemos el objetivo inamovible de ser competencia DIRECTA a Disney/ Marvel Studios.
Elegimos a Zack Snyder para dirigir Man of Steel, mientras que David Goyer escribe el guión y Christopher Nolan produce. La fórmula no tendría que fallar. Los involucrados son garantía de ello. Aún así, el producto no da en el blanco y divide a la audiencia.
Ok. WB nos da una oportunidad más. Entonces, decidimos que es hora de presentar a nuevos personajes que se unan al hombre de acero en su lucha por la verdad y la justicia, para lo cual adaptaremos una de las historias más queridas y aplaudidas en los comics. ¿A quién le podemos dejar tanta responsabilidad…?
Zack Snyder. Otra vez. Y se elige a Ben Affleck para interpretar a Batman, mientras que Gal Gadot, una modelo convertida en actriz, interpretará a Wonder Woman. Y así se fueron sumando personajes y más personajes, hasta que fuimos al cine a ver Batman V Superman y resultó en una decepción aún mayor que su predecesora. Una película sin guión, cortada, editada y pegada sin un ápice de coherencia y un villano que no hizo más que el ridículo fue el resultado.
Pero no teman, pues en unos pocos meses más se estrenará la que podría ser el “caballo negro” de todo el universo cinematográfico de DC Comics. Tiene a Will Smith, Margot Robbie y a Jared Letto, todos ellos interpretando a villanos que deben unirse para salvar al mundo. La cinta, homónima al comic del que se basa, Suicide Squad, no se había estrenado aún cuando ya era nota periodística.
La razón es que los ejecutivos de WB (si, esos que viven en mansiones en Los Ángeles), metieron su cuchara más allá en esta ocasión, entrando al cuarto de edición y decidieron qué iba y qué no en la cinta. Desconozco si el director, David Ayer, sabía de esto, pero el resultado es, de nueva cuenta, decepcionante.
Si algo se debe premiar de esta nueva producción de la WB es que la campaña publicitaria y de mercadotecnia fue perfecta. Generó la venta de miles de boletos previo a su estreno, causo revuelo con sus trailers en redes sociales y en la San Diego Comic Con. Con todo esto, las expectativas eran muy, muy altas. Por ello, la caída fue estrepitosa.
La idea no es mala, sino todo lo contrario; el gobierno quiere un equipo especial de meta-humanos para enfrentar peligros nivel “Superman” (oootra vez). Por ello, Amanda Waller decide que los presidiarios, asesinos y locos más peligrosos (algunos capturados por el mismísimo Batman) son perfectos para su Task Force X. Por un lado, son villanos que no tienen de otra más que obedecer órdenes. De no hacerlo, una cápsula explosiva colocada en la base de su cráneo explotará. Y si mueren en en cumplimiento de su misión, nadie los extrañará.
Reitero, la idea no es mala y se presta para miles de cosas. El problema aquí radica es que el director/ escritor quiso abarcar demasiado y se le olvida que lo más importante para el estudio es hacer franquicias vendibles. La trama y la calidad se quedan de lado. Más que cine, hacen marketing para las masas.
Pero hasta para ello se necesita inteligencia, coherencia y un hilo conductor que va más allá de compartir personajes de otras cintas y que aparezcan cinco segundos en alguna otra producción.
Citando a mi mujer al final de la cinta: “si tuviera 12 años, ésta sería la mejor película del universo”. Y así es, Suicide Squad es una película hecha por adultos, para adultos que sólo entretendría a niños sin criterio y poca imaginación. Los personajes, algunos con demasiado potencial, son burdos, huecos y jamás terminan de cuajar en pantalla. Si tuviera que elegir al mejor, sería a Harley Quinn y no por las habilidades histriónicas de Margot Robbie, sino por que es la que tiene más tiempo en pantalla, en la que se ahonda más en su historia y es, por mucho, quien se roba la cinta.
Y no, el Joker no merece ni una nota al pie de página. Heath Ledger dejó la vara muy, muy alta y ni Leto ni el director supieron crear a un personaje tan complejo y memorable como lo hizo Nolan en su momento.
En resumen y, comparándola con las otras dos producciones, Suicide Squad es un poco mejor que Batman V Superman pero no supera a Man of Steel. Pero si la comparamos con la que sería su principal competidora de Marvel Studios, Guardians of the Galaxy, pues es como comparar una rebanada de jamón con un buen corte de carne.
Sigue a Israel Zepeda en Twitter: @i_Zepeda

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