Samer Naime Ferguson
Wes Anderson comenzó su carrera en 1996 con la comedia dramática Bottle Rocket, protagonizada por sus compañeros de universidad Owen y Luke Wilson; desde ese momento, Anderson ha entregado películas tan queridas como Los excéntricos Tenebaums (2001), El fantástico señor zorro, o memorables como El gran hotel Budapest (2014) — el actual referente de su filmografía –.
Este verano se estrenó en México el más reciente proyecto de Anderson, Asteroid City, con un espléndido elenco conformado por Jason Scwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Adrien Brody, Tony Revolori, Maya Hawke, Bryan Cranston, Edward Norton y Margot Robbie. En esta entrega, Wes cuenta la historia de un grupo de niños prodigio que acompañados por sus familiares, participarán en una premiación de ciencias en un pequeño poblado estadounidense (Asteroid City) para conmemorar el día en que cayó el asteroide que da nombre al pueblo.
Lo particular en Asteroid City radica en el desarrollo de diversas historias de cada uno de sus personajes durante esa premiación. De esta manera, la película resalta más por cómo se cuentan los relatos ya que se subordinan al desarrollo de una obra de teatro, pues nos adentra en el proceso creativo del dramaturgo que crea la obra (Edward Norton) y la perspectiva de la puesta en escena del director (Adrien Brody). Por ello tiene cierta similitud con su antecesora pues mientras La crónica francesa muestra el proceso creativo de una revista; Asteroid City ofrece la puesta en escena de una obra de teatro.
En esencia la historia es simple y ante todo se conforma por las experiencias y relaciones de cada uno de los personajes, por ello, a diferencia de una película común donde la historia se enfrenta en una problemática y busca una solución, en Asteroid City los personajes exponen situaciones personales.
En conclusión, Asteroid City es una muy buena película que da una bocanada de aire fresco a la narrativa de Wes Anderson tanto su estructura como sus historias la vuelven interesante y fuera de lo común. Ésta es una gran oportunidad para ver una película diferente, así que no arruines la experiencia y pienses que por su estética tendrás la misma historia o experiencia que con El gran hotel Budapest.
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