Tokio. Japón se suma a la creciente tendencia mundial en la última década de construir rascacielos de madera por las ventajas ecológícas y de sustentabilidad en el ambiente que ofrecen estas instalaciones.
«El objetivo es crear ciudades ecológicas y que aprovechen la madera, donde (las ciudades) se conviertan en bosques a través del mayor uso de la arquitectura de madera para edificios de gran altura», señaló la compañía Sumitomo Forestry en un comunicado de prensa.
En 2010, Japón aprobó la Ley de promoción del uso de la madera en los edificios públicos, que exige que todos los edificios gubernamentales de hasta tres pisos de altura se construyan con madera o que utilicen madera.
No es solo Japón donde los rascacielos de madera están echando raíces. Durante la última década ha habido una explosión global de torres de madera, ya sea construidas o propuestas.
Actualmente, Canadá posee el récord mundial de la torre de madera más alta del mundo, con una altura de 164
pies (49.2 metros), de acuerdo con un reporte de la cadena de noticias CNN News.
El Brock Commons Tallwood House, una residencia de estudiantes de 18 pisos, superó el año pasado a la instalación de la Universidad de Columbia Británica (UBC), en Vancouver, y ha sido apodado el «Plyscraper» más alto del mundo.
Antes de que se llegara a ese tope, The Treet en Central Bergen, Noruega, era el edificio de madera más alto del mundo.
Además, un bloque residencial de 10 pisos y 104 pies de altura (31 metros), que domina el puerto Victoria de Melbourne y se terminó en 2012 era otra de las instalaciones de este material más alta en el globo.
Mientras tanto, la Torre Oakwood en Londres es un proyecto conjunto propuesto por PLP Architecture y el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Cambridge. Se le considera un experimento para empujar las fronteras en el sector de la construcción con madera.
La torre de 80 pisos, si se le da luz verde para la construcción, será el primer rascacielos de madera de Londres.
Con mil pies de altura (300 metros)
Los nuevos tipos de madera ultra fuerte impulsan en parte la tendencia de los edificios de madera.
«Hay un montón de nuevos materiales hechos de madera que son estructuralmente capaces de construir grandes edificios», señaló Michael Ramage, del Centro de Innovación de Materiales Naturales de la Universidad de
Cambridge.
La madera laminada cruzada, por ejemplo, se caracteriza por capas finas de madera colocadas una sobre otra en ángulos rectos y laminadas con pegamento resistente al fuego para crear un tejido más fuerte.
Pero es el bambú, un material que se ha utilizado en la construcción asiática durante siglos, es lo que más le interesa a Ramage.
Con una tasa de crecimiento cinco veces mayor que la madera, pero con propiedades mecánicas similares, hay 31.4 millones de hectáreas de bambú en todo el mundo, según la Organización de Alimentos y Agricultura.
«Estamos trabajando en bambú diseñado», precisó Ramage. «Podemos tomar las paredes de los tubos de bambú, cortarlos en rectángulos y pegarlos en grandes losas. Se obtienen piezas grandes de lo que parece ser madera, pero es más resistente que ella», puntualizó. Kevin Flanagan, socio de los arquitectos del PLP, agrega que en el futuro se puede imaginar que la industria modifique genéticamente la madera para que sea aún más propicia para la construcción de rascacielos.
Obviamente, cuando se trata de edificios de madera, hay una pregunta candente. ¿Son los rascacielos de madera un peligro de incendio?
Ramage menciona que Oakwood Tower, una extensión del Barbican Centre en el centro de Londres, excedería los estándares de fuego de los edificios de acero y concreto de Gran Bretaña.
«Hay un gran problema de percepción», dice Ramage. «La madera no se quema de la manera en que el público se imagina. Los grandes fuegos de Londres y Chicago se desencadenaron con piezas de madera muy pequeñas.
Es muy difícil prender fuego a pedazos muy grandes de madera», explicó.
No solo existe el obvio beneficio ambiental, sino que la versatilidad de la madera está mejorando todo el tiempo.
A principios de este mes, un equipo de la Universidad de Maryland logró fabricar madera con la fuerza del acero, potencialmente utilizable en automóviles, aviones y edificios.
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