Representantes de la iniciativa privada ayudarán en la limpia del sargazo de las playas de Quintana Roo, para lo cual anunciaron que sostendrán un encuentro con la Secretaría de Marina esta semana, con el objetivo de firmar un convenio de colaboración y apoyo.
“Lo que nosotros queremos es colaborar y ofrecemos que equipos italianos puedan integrarse con menos tiempo e independientemente del proyecto del gobierno federal”, dijo Eduardo Sánchez Anaya, presidente de la Unión Nacional de Asociaciones de Ingenieros (UNAI).
Señaló que organiza a un grupo de inversionistas en el contexto del Centro Internacional de Negocios que formaron desde el año pasado, independientemente de la instrucción presidencial de que la situación del sargazo será resuelta por la Secretaría de Marina.
Con los más de 50 millones de pesos anunciados la víspera por el secretario de Marina, Rafel Ojeda Durán, será imposible contrarrestar la problemática en el corto tiempo; por lo que están a la espera de una reunión de carácter técnico para analizar cuántas embarcaciones se pueden adaptar y comprar, refirió.
El presidente del organismo, quien ha seguido de cerca el tema y ha platicado con los inversionistas extranjeros, reveló que empresas italianas expresaron su interés de ofrecer el financiamiento necesario para la compra de los equipos que se deberán adaptar a los barcos existentes.
“Eso es lo que nosotros queremos plantear con la Secrataria de Marina” para que las empresas con interés en el proyecto se coordinen con ellos para ver hasta donde hay recursos y la forma en “que podemos ayudar”, dijo.
Reveló que también planean una reunión con representantes de los municipios críticos de Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad e incluso Cozumel.
Sánchez Anaya explicó que si bien la Secratría de Marina resolverá el problema de los equipos que se usarán, “se tiene que llevar a cabo un proyecto integral en donde participe todo mundo porque el tema del sargazo es un problema de hoteleros, restauranteros y de todos”.
Destacó que la maquinaria que ofrecen los inversionistas italianos se adaptaría a los barcos existentes, lo cual resultaría más rápido que construir los barcos adecuados.
Refirió que como dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador se tiene que analizar cuántas embarcaciones pueden dedicar a esa zona y esa actividad, porque “las embarcaciones son de vigilancia costera y no son grandes barcos”.
Es necesario checar la cantidad de barcos y la posibilidad de adaptarlos y aunque se están revisando navíos especiales, tienen un costo superior y su fabricación tardará más tiempo, finalizó.
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