Los ratones aman el queso, o al menos es lo que todos pensamos, pero por lo visto esta idea no es para nada real. Es algo generado por las películas y los dibujos animados. En realidad, los ratones no se sienten atraídos por el queso, ni tan siquiera el famoso queso suizo caracterizado por sus agujeros.
Entonces, ¿Cuáles son los alimentos que atraen a los ratones? Pues en realidad, lo que más les gusta a los ratones son los alimentos más dulces. De hecho, su dieta natural consiste en frutas, semillas, granos y alimentos ricos en azúcar.
Sin embargo, los ratones son animales omnívoros que, si es necesario, y especialmente si viven cerca de los humanos, no desdeñan la carne o incluso los productos lácteos: en algunos casos, en resumen, incluso se puede apreciar un trozo de queso, a pesar de que si queremos buscar un buen cebo para atraparlos, antes que un trozo de queso, es mejor utilizar un cuadrito de chocolate.
Además, como bien sabe cualquiera que ha encontrado su casa “habitada” por estos roedores , a menudo también prueban madera, cables eléctricos, telas e incluso plástico. En caso de necesidad también están dispuestos a comer sus propias heces para sobrevivir, y también comen piedras para sentirse “llenos” y disfrazar el hambre. Es cierto, también, que los ratones beben poco y obtienen el agua que necesitan para sobrevivir directamente de los alimentos que comen.
¿Por qué entonces la creencia del queso?
Sabiendo cuales son los alimentos que en realidad gustan a los ratones, sólo nos queda averiguar el porqué de esa representación de estos animales amando grandes trozos de queso en las caricaturas. En realidad, no existe una respuesta franca para esta pregunta. Sin embargo, muchos piensan que se remonta a la manera cómo las personas solían almacenar sus alimentos.
Hace años, la gente almacenaba los granos en frascos de vidrio, y ponían las carnes colgadas en lo alto. El queso, estaba en los estantes, y eso lo convirtió en un blanco fácil para los visitantes no deseados de la despensa, incluidos los ratones.
Entonces, los ratones comían queso porque no tenían otra cosa que comer, y no porque les gustara. Y así fue que acabaron siendo representados como amantes de este alimento en los dibujos animados.
Ciencia y Cultura, hasta la sepultura.
Soy Victor García de la Hoz, hasta la próxima.

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