Ciencia y cultura hasta la sepultura

Ciencia y Cultura, hasta la sepultura: La tercera es la vencida

Siguiendo con la riqueza del lenguaje, así como del origen de algunas expresiones, hoy traigo para ustedes esta frase que todos hemos escuchado, y usado, sin saber su origen.

Hay tres hipótesis acerca de su origen, a ver qué opinan:

  • En el ejército romano la primera fila era de soldados “novatos”, la segunda era de los de mediana preparación, y la tercera fila estaban los de élite. Estos eran los que se suponía que siempre ganaban, por lo que se decía que “la tercera (fila) era la que vencía”.
  • En las luchas, el que cae tres veces pierde; “la tercera es la vencida”.
  • En el siglo XVIII se hizo popular la costumbre de encarcelar a los pillos atrapados robando una tercera ocasión, las dos primeras habían sido perdonados, pero “la tercera es la vencida” y los mandaban a la cárcel.

 

A mi no me convence ninguna de esas tres, y pienso que quizás sea más una costumbre ancestral que se refiere a que -después de dos veces fallidas- espero que a la tercera lo haga bien. Algo similar a “no hay quinto malo”, cuyo origen se remonta a las corridas de toros en España, donde se reservaba al toro más destacado, el de mejor calidad y bravura, para el quinto turno, esperando que brindara el mejor espectáculo.

“Esa persona tiene talento “

Es una expresión interesante con un origen muy incierto, pues en la antigüedad, talento, era una unidad de medida, propiamente del peso de algunas cosas, principalmente metales, se llamaba “talento” porque en griego, la palabra para designar a cada uno de los “platillos” de la balanza era talentium, de hecho, hasta hubo una moneda llamada así.

En español, la palabra aparece por primera vez entre la gente el siglo XII o XIII, pero ya con el significado que hoy le conocemos. Al parecer su origen está basado en la parábola bíblica del hombre que da a su sirviente unos talentos, unas monedas, para que los haga producir. Y de ahí proviene la idea de que una persona con muchos talentos, era capaz de hacer, o comprar, muchas cosas, porque tenía muchos talentos, o sea mucho dinero; con el tiempo su significado cambió para referirse a una persona capaz de hacer algo por tener ese don, esa habilidad, esa facultad… ese talento.

 

¿Se dice vagabundo o vagamundo?

Contestaré por ustedes, aunque primero les aviso que ambas están -con el mismo significado- en el diccionario de la RAE. Vagabundo proviene de la raíz latina vagare, que significa andar de un lado a otro, y –bundus, aquel que hace, como en meditabundo, que es el que medita; o furibundo, aquel que se enoja. Así pues, el vagabundo es aquel que anda de un lado a otro. En la España antigua se comenzó a decir vagamundo, cambiando -bundo por -mundo, refiriéndose a aquel que anda por todos lados, por el mundo, sin oficio ni beneficio.

Una más…

¿Porque hay un montón de países que terminan en -stán?

Pues porque la raíz stan proviene del persa, que significa “la tierra de”, hasta ahí todo parece tener sentido. Lo curioso es que stan  proviene del proto-indo-europeo  steh, que significa “levantarse”, y lo curioso es que de ese steh provienen muchísimas palabras en un montón de lenguas, como en Español estar, estable, estático, establo; en Inglés stand y stay; en Croata stan, que significa apartamento. Incluso en hindi, tenemos sthana, que significa sitio, lugar.

 

Al final, interesante es ver como todo está conectado y relacionado… con la riqueza del idioma.

 

Ciencia y Cultura, hasta la sepultura.

Soy Victor García de la Hoz, hasta la próxima.

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