Normalmente, cuando conoces o te encuentras con una persona, le saludas con uno o varios besos y, aunque los años de pandemia hicieron prohibitiva esta costumbre, parece que poco a poco se recupera. ¿Crees que volveremos a los besos o que se quedarán los saludos Covid (chocar puños, tocar codo con codo, etc.)? Al parecer, la confianza de besar en público viene del Renacimiento. En esa época comenzó a verse con naturalidad que -solo entre familiares- la gente se besara en los labios o en las mejillas.
Un beso puede ser muchas cosas: dulce, amoroso, extraño, intenso, trasportador, decepcionante, aburrido, sublime, e incluso que te cambia la vida. Puede ser una expresión de amor, pasión, cariño o amistad; un saludo, una despedida, un consuelo o una celebración y es, sin duda, una buena manera de conectar con la persona que te importa. Interesante es la cultura del beso, como saludo, en diferentes países. Veamos algunos de ellos:
⦁ En España, Grecia e Italia la gente se suele saludar con dos besos, aunque en Italia se hace de izquierda a derecha y en España y Grecia, al contrario.
⦁ En algunas regiones de Francia, la gente se besa para saludarse y también para despedirse, llegando a darse hasta cuatro besos en la mejilla.
⦁ En Holanda se dan tres besos, alternando las mejillas: izquierda, derecha e izquierda
⦁ En Dinamarca no solo besan, sino que se abrazan afectuosamente.
⦁ Rusia es tan grande que incluye múltiples regiones. En algunas evitan por completo este tipo de contacto, y en otras pueden llegar a saludarse con tres besos.
⦁ En América, sobre todo en Latinoamérica, suele saludarse con un beso en la mejilla e incluso un abrazo.
Y también hay algunos países que dicen NO a los besos:
⦁ En China, besarse en público era ilegal hasta hace poco, por lo que no se acostumbra saludar con un beso.
⦁ En Japón, India y Tailandia besar a una persona que no conoces es ofensivo.
⦁ En Irán y otras naciones de Oriente Medio, está totalmente prohibido besarse en público incluso entre matrimonios.
¿Existe algo como “el origen de los besos”?
Una de las teorías señala que el beso fue generado por el impulso de succión de la lactancia. También se le puede ligar a la costumbre de las comunidades primitivas de olerse… y al canibalismo. Sin embargo, el primer registro de los besos data del año 2500 a.C., en la India, puntualmente, en los templos de Khajuraho, en donde sus múltiples esculturas hacen referencia a las posiciones “imposibles” descritas en el Kamasutra, ese libro que abordó a la divinidad natural del sexo, en el que se incluye al beso como práctica sexual, y lo separa en tres categorías:
⦁ Beso nominal, donde los labios apenas se tocan.
⦁ Beso palpitante, donde solo se moviliza el labio inferior.
⦁ Beso de tocamiento, en el que se emplean labios y lengua.
Cabe señalar que, para la Real Academia Española (RAE), el verbo besar es “tocar u oprimir con un movimiento de labios a alguien o algo como expresión de amor, deseo, reverencia, o como saludo”.
El 13 de abril se ha designado como el “Día internacional del beso”. Se designó así desde 2013 cuando una pareja tailandesa ganó, en ese día, y por segundo año consecutivo, el concurso del beso más largo de la historia, convocado y verificado por la organización Guinness de récords. Sin embargo, el concurso fue ya desactivado por los riesgos que el propio concurso implicaba para los concursantes, pero la designación del “Día internacional del beso” se mantuvo.
Las reglas para la competencia eran simples, pero difíciles de cumplir:
⦁ El beso debe ser continuo y los labios deben estar en contacto en todo momento. Si los labios se separan, la pareja queda inmediatamente descalificada.
⦁ Los concursantes pueden consumir líquidos con una pajita (popote), pero los labios no deben separarse.
⦁ La pareja debe estar despierta en todo momento.
⦁ Los concursantes deben permanecer de pie durante el intento y no pueden apoyarse en ningún tipo de ayuda.
⦁ No se permiten descansos.
⦁ No se permite el uso de pañales para adultos.
⦁ A las parejas se les permite ir al baño, pero deben permanecer besándose. Un árbitro los vigilaba para asegurarse de que no hicieran trampas.
Hubo casos de parejas que tuvieron que ser trasladadas al hospital después de la competencia pues casi se desmayaron por fatiga después de besarse durante 30 horas. Hubo quien tuvo que ser reanimado con oxígeno después de 31 horas; una pareja de 70 años participó en 2013 y se retiró una hora después pues ya no podían sostenerse en pie.
Por cierto, si les interesa igualar el récord impuesto por aquella pareja tailandesa, solo tienen que besarse durante 58 horas.
El beso, también es cultura.
Ciencia y Cultura, hasta la sepultura.
Soy Victor M. García de la Hoz, hasta la próxima.

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